En
éste íntimo regazo
duerme
mi deseo.
blanco
castillo
en
donde habita la alegría de mi amada.
Incendio
que invade el silencio.
Palabra
que renombra
en
sentimientos al gastado amor,
y
libera por todo el lugar,
los
nuevos rastros del amante.
Señora
que en sus ojos hay
la
promesa de la fruta en flor,
concebida
en luna menguante.
Misterio
que se revela cada día
por
entero.
Labios
de finura diamantina,
en
que se invade el carmesí
en
el beso deseado.
POEMA DE JOEL GUSTAVO RODRÍGUEZ TORAL ® DERECHOS RESERVADOS